viernes, 13 de marzo de 2015

MÓDULO 1.- LA PERCEPCIÓN OLFATIVA TEMA 8.- FUNDAMENTOS DE SOCIOBIOLOGÍA

TEMA 8.- FUNDAMENTOS DE SOCIOBIOLOGÍA
09/02/2015

José Luis Vaquerín - Nez -


SELECCIÓN SEXUAL: LA HEMBRA ELIGE MACHO

La crianza de la progenie es una inversión ingente para la mayor parte de las hembras y en teoría, mucho mayor que la de los machos. Cada vez que se engendra un hijo la madre pone el 50% de los genes y el padre el otro 50%. Pero un 50% de riesgo genético es mucho riesgo ya que la hembra no puede evaluar objetivamente los genes del macho. Por tanto, las hembras sólo pueden seleccionar a su pareja por las apariencias. Y el problema es saber cual es el macho óptimo.

Objetivamente los máchos óptimos serían los más dotados tanto en términos físicos (salud, belleza, inteligencia ) como económicos (poder, recursos,...) este aspecto sólo es clave en las especies que participan en la crianza.

En la naturaleza, ambos aspectos suelen ir juntos: territorio, vigor, salud, belleza masculina, inteligencia natural y ambos influyen en la probabilidad de supervivencia y de éxito reproductivo de sus descendientes.

Pero la inteligencia humana ha tergiversado un poco las cosas hoy por hoy, la inteligencia no siempre va acompañada de la riqueza y viceversa, lo que no quiere decirse que uno de los 2 aspectos haya desbancado al otro.

Sin embargo, es claro el tiempo que se tardan en elegir los méritos biológicos de los candidatos. Este tiempo es el que gastan los varones en cortejar a las mujeres y probablemente, la conducta masculina que constituye el cortejo. La estrategia de seducción, es un factor más de los que determinan la elección femenina, porque probablemente, el cortejo obliga al varón a demostrar a la mujer que detrás de las buenas apariencias hay una realidad biológica objetiva e incontrovertible. Además, hay variables biológicas, como la inteligencia, que sólo se pueden poner a prueba a través de la conducta, por lo que las mujeres estarán más interesadas en el cortejo que los hombres, precisamente porque las permite valorar algo cuya valoración requiere prubas y tiempo. Puesto que los datos referidos a humanos pueden resultar algo confusos a priori, tal vez sea conveniente abordar la cuestión de la selección sexual propia de la hembra desde una perspectiva comparada. Tres son los criterios posibles que pueden utilizar las hembras para seleccionar pareja:
  • por sus recursos
  • por sus genes
  • por su belleza
Aunque estos criterios no son excluyentes entre sí y una misma hembra puede ponderarlos todos simultáneamente lo normal es que predomine uno.

SELECCIÓN POR RECURSOS

Cuando los recursos son escasos y pueden ser acaparados, los machos pueden desarrollar estrategias para controlarlos en exclusiva: territorio, comida y sólo lo comparten con aquellas hembras que acepten un intercambio sexual: el macho aporta recursos para 2 o más hembras y sus crías. Ésta puede aceptar compartir con otra los recursos de un macho a pasar con otro macho de un territorio menos fértil. Esto se denomina Poliginia. En este caso destacar que en este tipo de especies no se da un dimorfismo sexual.

SELECCIÓN POR GENES

Se observan las apariencias fenotípicas de los machos y se “supone” que estas apariencias guardan relación con los genes subyacentes.

El aspecto saludable de un macho es un indicio de que sus genes le han permitido alimentarse bien y resistir a las enfermedades, asi que es probable que los genes de este macho se transmitan. Otra estrategia para detectar buenos genes en los machos a disposición de las hembras sea promover la competición entre machos.

SELECCIÓN POR LA BELLEZA

Puede parecer que seleccionar pareja con un criterio puramente estético pueda parecer no ser biológicamente adaptativo. Sin embargo, es posible entenderlo si partimos de el supuesto de que las hembras, todas, tienen una determinada sensibilidad estética que les lleva a preferir un tipo de macho. La cuestión acerca del beneficio que supone el aspecto estético en los machos a las hembras es que probablemente sus descendientes masculinos tengan ese mismo rasgo y lógicamente, serán preferidos por las hembras de la siguiente generación, con lo que se aumenta la probabilidad de tener nietos por parte de las hembras que así se conducen. Esto se denomina selección sexual Fisherina

SELECCIÓN SEXUAL: EL MACHO ELIGE HEMBRA

Un macho sólo tiene que invertir un poco de semen y algo de su tiempo en la reproducción, en caso de que se inhiba de la crianza. Tanto en estos casos como en caso de que el macho comparta con la hembra los esfuerzos en sacar adelante a la prole, hay que esperar un cierto grado de selección de la hembra por parte del macho, selección encaminada a emparejarse con aquella hembra con más perspectivas de proporcionar el mayor número de descendientes con la máxima capacidad para criarlos y que sobrevivan hasta la edad adulta. En cierta medida podríamos decir que la selección es mutua. En las especies prentendidamente monógamas existe el riesgo de que los hijos de alimenta y cuida el macho no hayan sido engendrados por él, sino por otro macho. Experimentos demostraron que otro criterio de selección del macho es la apariencia de fidelidad de la hembra. Esta amenaza de suplantación paterna ha podido seleccionar la aparición de estrategias conductuales encaminadas a evitarla: los celos sexuales con su secuelas de pesquisas, investigaciones, y ansiedad ante la ausencia de la pareja y las amenazas y agresiones a otros machos. Es muy frecuente que en este contexto de celos aumenten las cópulas, lo que en teoría, aumenta la confianza del macho en su paternidad (al menos en teoría..... )

SELECCIÓN SEXUAL: EL MACHO COMPITE CON OTROS MACHOS

Los machos suelen competir entre sí, a veces ferozmente, por acceder a las hembras. Esta competición puede adoptar 3 formas:
  • agresión pura y dura
  • exploración en busca de hembras
  • competición por ser elegidos por las hembras mediante cortejo
En las especies competitivas, ésta puede ser promovida por las hembras y suele haber un notable dimorfismo sexual. En ocasiones, se ha relacionado este dimorfismo con el hecho de que el macho no realiza inversión parental. Y también se ha relacionado con el tipo de emparejamiento. Lo más probable es que los tres aspectos del dimorfismo sexual estén relacionados: lucha, inversión parental y poliginia.

COMPETICIÓN MEDIANTE AGRESIÓN

EXPLORACIÓN EN BUSCA DE HEMBRAS

Cuando las hembras viven dispersas, una manera de aumentar el éxito reproductivo del macho es ser capaz de encontrar y aparearse con el mayor número de ellas. En la estación de apareamiento los machos viajan más y se alejan más de su territorio.

COMPETICIÓN MEDIANTE CORTEJO

Las hembras son muy sensibles al cortejo masculino. Puesto que lo más seguro es que cada hembra elige, en las especies en las que es posible hacerlo, al macho mejor de entre los que se le acercan, por lo que cada macho se esforzará en demostrar a cada hembra que es mejor que cualquiera de los machos accesibles, y eso es lo que pretenden las conductas de cortejo con sus exhibiciones, despliegues, gestos, estimulaciones, etc..








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