viernes, 13 de marzo de 2015

MÓDULO 1.- LA PERCEPCIÓN OLFATIVA. TEMA 1.- MAMÁ!!! QUIERO SER PERFUMISTA

TEMA 1 .- MAMÁ!!! QUIERO SER PERFUMISTA
12/01/2015
José Luis Vaquerín - Nez -

Prólogo

De repente nos levantamos un día... con la mirada perdida tras una noche loka y decidimos ser perfumista.... la verdad, no es necesario pasar una noche loca, tal vez el deseo, la ilusión, los sueños de hacer algo que realmente nos guste puede motivarnos. Pero a la hora de acceder a una formación en perfumería profesional nos encontramos, cuanto menos, que la formación que se nos ofrece es de alto standing, en Paris o Grasse a 30.000 € al año, algo en Barcelona y Madrid a 10.000 € y cosillas de jipis a menos precios.

Si tenemos el arrojo de intentar encontrar una buena información nos perdemos en la maraña de miles de páginas, de artículos, de libros, de revistas, de foros.

Y la cuestión acerca de cómo acceder a los conocimientos en perfumería se convierte en una tarea excepcionalmente dificultosa, existen miles de libros.. pero cuáles son los mejores?

La verdad, existen miles de títulos y muy buenos.. pero muy pocos tratan la formación de un@ perfumista de una manera ordenada y comprensiva, estructurados para que podamos ir ampliando nuestros conocimientos.

Mis guías en el mundo de la perfumería se encuentran en los finales del siglo XVIII y albores del siglo XIX, es cierto... las fuentes de información son de hace 150 años.

Los motivos de retroceder tanto en el tiempo se basan en 2 motivos principales:

- la pérdida de identidad perfumística producida por la irrupción de las materias primas sintéticas.

- la vertiginosa influencia de las grandes trasnacionales del sector que provocaron un alejamiento de las fuentes primigenias de conocimiento.

Por estos motivos, ha sido muy difícil para l@s jóvenes perfumistas encontrar unas vías libres para la formación, y mucho menos fácil fue acceder a las grandes escuelas, sí... esas que atesoran la grandeza de un prestigio histórico como las famosas escuelas de París, de Grasse, de New York, de London, de Barcelona.... etc

Pero ahora, hemos venido para quedarnos, nosotros somos de la Escuela Perfumística Beeflower´s Parfumariè, pequeña pero guerrera, nacida hace unos años en Horche - Guadalajara- y en Ejea de los caballeros - Zaragoza - amparadas bajo la tutela natural de los apicultores, que entendemos saben mucho de flores... tanto que lo han aprendido directamente de las abejitas.

Somos una corriente silvestre, inconformista, independiente a los dictados de la moda, seguidores del medio ambiente, respetuosos con los animalitos, con los derechos de las personas y con el desarrollo rural. No tenemos grandes escuelas, tenemos miles de hectáreas de medio natural donde recabamos nuestros datos, nuestras floraciones de lavandín, de romero, de mil flores, de azahar... surge así el contacto directo con la naturaleza.

Pero el mundo de la perfumería es opaco, nadie nos da un pase, ni siquiera de forma temporal, hemos de observar atentamente nuestro entorno. Buscar de un guía o tutor que nos adentre en el mágico mundo de la perfumería.

Tenemos que adentrarnos en las técnicas de composición y de fabricación de perfumes. Pero antes de conocer estas técnicas debemos conocer la verdadera esencia de la razón de ser de la perfumería.

No quiero hacer mías las palabras de mi maestro perfumista, el Dr. Paul Jellinek, autor de numerosos libros fundamentales en la formación de nuevos perfumistas, en su libro Prakticum des modernen Parfumeurs nos indica:

La tarea del perfumista, casi siempre sólo sospechada y quizá reconocida por algunos, de servir como afrodisíaco de acción a través del sentido del olfato, no fue nunca abiertamente expresada - lo que quizá pueda atribuirse al pudor - y mucho menos tratada con la debida atención.”

Bueno, bueno.. parece ser que el objetivo de la perfumería es seducir... y podemos suponer que sólo unos pocos maestros de nuestra especialidad sospechaban lo que querían alcanzar, y conocían cuáles eran los medios que podían servirlos para ese fin.

Dado que un maestro sólo podía transmitir a sus alumn@s sus conocimientos pero no sus sentimientos o esperanzas u oscuros deseos podemos comprender fácilmente que los perfumistas en ciernes podían aprender de sus colegas más experimentados, merced a la práctica y también, por el conocimiento de la literatura y el desarrollo histórico de la perfumería, sus bases fundamentales, las sustancias odorantes naturales y sintéticas, su obtención, su representación y composición, su estructura química, la composición de los perfumes de fantasía más conocidos. Es decir, podemos llegar a conocer todos los caminos y detalles de la perfumería pero esto no quiere decir que conozcamos su objeto y más profundo sentido.

El / La perfumista sabe como huelen las distintas sustancias odoríferas y los más importantes complejos aromáticos de ellas derivadas, es decir, puede representarse su olor, acordarse de él, identificar gracias al mismo las sustancias odoríferas, e incluso, llevar a cabo análisis olfatorios. Además, en el curso de nuestras prácticas podemos copiar, es decir, expresar mediante la composición los olores que ocupan nuestra mente.

Una vez que hemos conseguido esto, hemos terminado nuestra práctica como perfumista, ahora nuestra experiencia, habilidad y buen gusto - y algo de casualidad y azar - deciden hasta qué punto podemos aspirar al éxito y al reconocimiento en nuestro trabajo. Cosa nada sencilla o muy sencilla en función de nuestras aspiraciones vitales.

L@s maestros y los alum@s nos ocupamos de los olores agradables, sin ocuparnos del verdadero fondo del problema, es decir, sin estudiar los efectos de los olores sobre los sentimientos humanos.

Por tanto, no es el aroma de un extracto el que decide de un perfume, sino tan sólo el efecto sensitivo que es capaz de provocar y hubiera podido explicar una serie de fenómenos, todos ellos bien conocidos por el práctico, pero que sin embargo han sido aceptadas por éste, simplemente, como condiciones dadas, y cuyo resultado no se creyó necesario tener que seguir estudiando, hecho que provocó su dilución en el tiempo y la pérdida de la motivación inicial.

Este criterio justifica plenamente, por ejemplo, los fracasos de olores de flores perfectamente fieles como extractos, la importancia que tienen algunas notas de olor, aun no siendo muy agradables, como por ejemplo las notas animales, el indol y los aldehidos grasos como componentes en los más diversos perfumes de flores y de fantasía y también el hecho de que algunos determinados perfumes armonizan más o menos bien con las distintas personalidades.

El estudio de los efectos de los aromas se encuentra parte en el campo fisiológico y parte en el campo sicológico ( aromacología ) y es para Paul Jellinek tan importante como todo lo que hemos podido leer y aprender de perfumería.

Por tanto, podemos calificarlo como uno de los verdaderos fundamentos de la perfumería.

Perfumería, cosmética y Psicología

La perfumería y la cosmética, podemos pensar que la perfumería pertenece a la cosmética o a la inversa. Lo importante es su íntima relación y las miles de posibilidades que tenemos de ejercer la profesión, desde el punto de vista del artesano, del científico o del artista.

Hoy en día, en muchas empresas elaboramos los perfumes mediante la dilución en alcohol de mezclas de sustancias odoríferas que hemos comprado a los proveedores y que han sido preparadas para este fin. O las añadimos a nuestra creaciones cosméticas para dotarlas de un olor agradable. Pero la realización de estas prácticas nos aleja de la perfumería de forma inexorable, perdemos la conexión y los objetivos últimos de la esencia de l@s perfumistas.

Además, perdemos la conexión con el trabajo científico y con las tareas artísticas, ya que sólo podemos crear en la faceta de desarrollo de la marca o de las estrategias de comercialización del producto.

El trabajo científico lo desarrollan actualmente las empresas dedicadas al desarrollo de las materias primas odorantes que luego nos venden y perdemos la conexión con los fundamentos químicos, fisiológicos y médicos de las nuevas sustancias.

El / La Perfumista es un mediador entre el científico y el técnico, estamos en un limbo donde podemos desarrollar nuestras actividades profesionales.

Debemos convertir en productos específicos las distintas materias primas que nos facilita la industria química o las materias primas personalizadas que somos capaces de obtener de nuestro entorno ambiental. Estas materias primas han sido elegidas con la finalidad de satisfacer las necesidades de nuestra sociedad en términos de moda o transmitiendo un mensaje que contribuya a nuestro desarrollo.

El / La perfumista ponemos nuestro trabajo a disposición de la industria de la perfumería y de la cosmética para que sean compartidas por la sociedad.

Las condiciones previas para este trabajo, que tiene que realizarse de una forma metódica, es mantener un contacto estrecho con las personas que realizan el trabajo científico y la sociedad con la finalidad de acercar las creaciones de la industria a las necesidades de las personas.

Podemos trabajar en un gran laboratorio o al aire libre, lo importante es que conozcamos nuestro trabajo y tengamos una disposición y conocimientos personales que nos permitan ponerlo en práctica, que sepamos utilizarlos y además procuremos constantemente incrementarlos.

Además, tenemos que conocer algo de química y algo de las técnicas de perfumería con el objetivo de valorar adecuadamente los materiales y los medios a nuestro alcance, y también conocer las posibilidades de la industria para la que trabajamos, tanto desde el punto de vista técnico o químico sino también farmacológicos o incluso médicos para poder obtener unos éxitos reales y no casuales. Además debemos de tener una sensibilidad artística que denote una sensibilidad estética y una fantasía creadora.

Pero a pesar de todo, tenemos que tener unos vastos conocimientos psicológicos e intuitivos.


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