martes, 19 de mayo de 2015

TEMA 3.- LOS FIJADORES Y LOS PRODUCTOS DE EXTRACCIÓN

TEMA 3.- LOS FIJADORES Y LOS PRODUCTOS DE EXTRACCIÓN

19/05/2015

José Luis Vaquerín - Nez -

Introducción a los fijadores -

A pesar de que parezca un sinsentido el uso de la palabra fijadores puede dar lugar a equívocos cuando hablamos de la fijación. ¿Fijadores o fijación? La respuesta está en las definiciones que manejemos, los objetivos que nos planteemos y qué pretendamos hacer. Hay dos modos básicos de entender la fijación:

a) La fijación como técnica que permite prolongar el efecto en una fragancia de las notas altas-medias-bajas usando para ello uno o más fijadores en la base.

b) La fijación como objetivo para reducir los índices de evaporación de los constituyentes más volátiles para poder prolongar los efectos de la fragancia y aumentar la cohesión de las notas del perfume, lo que permitirá una evaporación coherente. Bajo este prisma, el objetivo clave es la fijación gradual construyendo los acordes de manera sólida con ingredientes de similar índice de volatilidad; la volatilidad debe ser progresivamente decreciente según avanzamos a las notas de base.

Los materiales que componen un perfume han de pasar a la fase de vapor para que la nariz pueda percibirlos, por tanto el proceso es de importancia capital en perfumería. La evaporación está determinada por la volatilidad del material, es decir, por la facilidad de ese material para pasar a estado de vapor.

La regla de oro de la fijación es que a mayor volatilidad, menor fijación; pero aquí puede haber factores tanto físicos como químicos que alteren esta regla. Siempre estructura y olor van unidos desde un nivel más micro de un químico aromático aislado a un nivel macro de perfume terminado.

-A nivel físico: la fuerza de atracción mutua entre moléculas es la base de la fijación y sustantividad de un material; además es lo que determina el ÍNDICE DE EVAPORACIÓN de cada material en distintas soluciones y superficies. Poucher (1955) y Jean Charles (1961) basan sus métodos de formulación de perfumes basándose en la volatilidad, sus escritos son un punto de partida ya clásico para técnicas más actuales y una lectura totalmente recomendable para cualquier persona interesada en el tema.

-A nivel de estructura química: a mayor tamaño molecular (mayor número de átomos de carbono) menor volatilidad del compuesto…con excepciones.

Las moléculas de oxígeno de un grupo funcional pueden disminuir la volatilidad por un efecto de polarización de la carga eléctrica: las moléculas polares se atraen mutuamente-se asocian- reduciendo así su volatilidad; pero no en todos los grupos funcionales se da el mismo grado de asociación por polarización. Las asociaciones siempre son más fuertes cuando existe un grupo hidroxilo -OH, ya que su presencia genera un tipo de asociación especial llamada puente de hidrógeno, de gran importancia para el efecto de fijación.

Un puente de hidrógeno puede retardar la evaporación de las moléculas más ligeras y también puede acelerar la evaporación de las más pesadas.

La polarización ocurre especialmente en los alcoholes, ácidos orgánicos, esteres, aldehídos y ketones. Es importante conocer aquí las reglas generales pero más aún las excepciones frecuentes y singulares, para este aspecto los manuales de química al uso son básicos. Un perfumista no tiene por qué ser un experto en química pero debe manejar ciertos conceptos.

En síntesis: las moléculas grandes suelen ser más persistentes que las pequeñas pero esto puede modificarse por la presencia de grupos funcionales que causarán polarización y puentes de hidrógeno. Cuando las moléculas son de un peso equivalente tenemos que los hidrocarburos y éteres son las moléculas más volátiles; los alcoholes y los ácidos los menos volátiles y en un nivel medio aldehídos, cetonas y esteres.

Al principio del s.XX aún se usaba tintura de almizcle natural en perfumería, para fabricar extractos, porque era el mejor fijador; actualmente se usan almizcles sintéticos que también son buenos fijadores, como en general cualquier químico aromático que se presenta en forma cristalina o cualquier aceite esencial que posea una densidad casi viscosa.

Las sustancias resinoides son usadas muy frecuentemente como fijadores porque actúan reteniendo el perfume al crear una película sobre la superficie de la piel. Las resinas contienen resinoides que son ricos en grupos hidroxi-; las maderas también se usan por sus buenas propiedades para la fijación.

Una lista de materias que suelen usarse por sus propiedades para la fijación:

A: QUÍMICOS AROMÁTICOS:

-Aldehído C 18, llamado aldehído-coco- es un fijador y también tiene la capacidad de “edulcorar”
-Cedrol en grado comercial
-Civetone es un buen fijador en perfumes florales y tipo oriental, reproduciendo el absoluto de civeta.
-Cumarina, suele usarse como tal
-Etil-vainillina, es muy potente como edulcorante y fijador, facilmente puede dominarlo todo si no se mide bien. La vainillina también puede usarse.
-Exaltolide, es un tipo de nota almizclada que se puede usar como fijador en pequeñas dosis.
-Hidroxicitronelal, es un “clásico” que funciona como fijador de carácter fresco.
-Muscona, es el principal constituyente del almizcle natural, cumple funciones de fijación.
-Acetato de vetiverilo

ACEITES ESENCIALES Y EXTRACTOS AROMÁTICOS:

-Ambreta o Hibisco es lo más parecido al almizcle en el reino vegetal.
-Benjuí, buen fijador en florales ligeros.
-Resinoide de gálbano
-Resinoide de olibanum
-Resinoide de opopanax
-Bálsamo de Perú (Myroxylon pereirae)
-Resinoide de styrax (Liquidambar orientalis)
-Bálsamo de Tolú y su resinoide ( Myroxylom toluifera)
  • Cera de abeja
    - Escualano
    - Extracto de ámbar

Las propiedades de los productos de extracción-

Los extractos obtenidos de las plantas y drogas vegetales por medio de disolventes volátiles son denominados, generalmente, como “resinoides”, aun cuando los distintos fabricantes de sustancias odoríferas han introducido estos productos en el mercado con denominaciones determinadas, como, por ejemplo, Clairs, Extrole, Remodore, Comodore, Resinole, etc como marcas de fábrica.

Además de las sustancias odoríferas, estos resinoides contienen también las resinas y ceras inherentes a aquellas, las cuales son, sin excepción, fijadores realmente ideales para los perfumes para jabones, dado que protegen ampliamente, tanto físicamente como químicamente, a sus componentes.

La excelente capacidad fijadora de las resinas y los bálsamos es de sobra conocida desde hace ya mucho tiempo, pero hasta hace algunos decenios se limitó al empleo de las drogas suministradas por la naturaleza en una forma que hiciera posible una mezcla directa con otras sustancias odoríferas.

Este es el caso en la resina de Benjuí, el Bálsamo de copaiba, la resina de Elemí, la resina de Gálbano, la resina de Ládano, la almáciga, la resina de Mirra, el bálsamo de Perú, el Estoraque, el bálsamo de Tolú, la resina de incienso, la cera de abeja y el escualano.

Otras drogas olorosas solían ser empleadas solamente en forma de infusiones alcohólicas derivadas de las mismas, las más conocidas de estas drogas son el ámbar, el musgo de encina, la raiz de iris, la baya tonka.

En la preparación de compuestos alcohólicos para perfumería, tales como extractos, lociones, aguas capilares y bucales, las citadas drogas o sus soluciones han prestado excelentes servicios.

Las impurezas contenidas en las resinas y los bálsamos eran eliminadas por medio de filtros, lo mismo que los componentes insolublres de las drogas empleadas en forma de infusiones, sin que por esto se perdiera el alcohol utilizado como disolvente.

Al empleo en los perfumes para jabones se oponen mayores dificultades: los bálsamos obtenidos en forma de líquido espeso son relativamente fáciles de purificar mediante filtros pero, o bien poseen un olor poco atractivo, por ejemplo el bálsamo de copaiba o bien tienen un carácter demasiado fuerte y típico, como el bálsamo de Perú*, para que puedan encontrar un empleo más amplio.

*Los citados bálsamos ( copaiba y perú ) son potencialmente alergénicos y su concentración está limitada por la normativa de la UE.

Las resinas sólidas eran empleadas asimismo en forma líquida, a saber, como tinturas del 10 al 25 % purificadas previamente, por medio de la filtración de sus impurezas ( pedacitos de madera, arena, tierra )

Sin embargo con el empleo de estas tinturas resinosas e infusiones de drogas debían aceptarse siempre 2 desventajas:
  • las soluciones alcohólicas filtradas no contienen apenas ceras, con lo cual pierden una parte de su capacidad de fijación
  • además el alcohol que se pierde en el jabón encarece en gran manera las adiciones de drogas.
Así, por ejemplo, una infusión de musgo de encina preparada de 20 partes en peso de musgo y 80 partes en peso de alcohol, sólo contiene 0,3 - 0, 6 % de sustancia odorífera.

Una infusión de raíces de iris, preparada con 250 gr de polvos de raíces de iris y 1 litro de alcohol, contiene sólo aproximadamente 0,05 gr de esencia de iris ( irona ) o sea, una proporción aproximada del 0,005 %.

La manera como estas pequeñas concentraciones de sustancias odoríferas actuarían en la práctica, lo aclararán los siguientes ejemplos:
  • para el perfumado de 100 kg de jabón de tocador serían necesarios 1 kg de una composición de una sustancia odorífera, por ejemplo ( Chypre o Fougere ) que contenga el 10 %, es decir, 100 gr de un resinoide de musgo de encina de primera clase.
  • para conseguir el tipo de un conocido jabón de violetas francés, para el perfumado de 100 kg de jabón se emplean 800 gr de un resinoide de iris muy fino, junto con otras sustancias odoríferas. Tal como los demostró la titulación de este resinoide con una infusión de raíces de iris ( comparación de las intensidades de olor ) para conseguir el mismo efecto hubierna sido necesarios 80 litros de infusión.
Por consiguiente, es comprensible que las infusiones de drogas, como componentes de perfumes de jabones no son dignas de tenerse en cuenta, su verdadera acción odorífera no guarda proporción con los costes que habría de ocasionar la pérdida del alcohol, por lo cual es conveniente prescindir, por completo, de las dificultades técnicaas de tal método de trabajo.

En las antiguas fórmulas para jabones finos de tocador se ve a menudo que, además del perfume, se adicionan también al jabón drogas pulverizadas, como, por ejemplo, raices de iris o de musgo de encina. Como es fácil comprender, estas adiciones representan entre el 5 - 10 % de la masa de jabón, perjudicando a menudo, en gran manera, el aspecto y el poder espumante del jabón.

La técnica del perfumado se encontró ante un gran número de nuevas posibilidades - particularmente en lo concerniente a jabones - cuando aparecieron los resinoides en el mercado.



La gran industria química ofreción a los fabricantes de sustancias odoríferas gran número de disolventes completamente volatiles ( hexano ,heptano, etc ) que, además eran relativamente baratos, y que con los métodos cada vez más perfeccionados de extracción sacaban de las drogas todos los componentes solubles, para ser luego recuperados en su mayor parte.

De este modo, la industria de sustancias odoríferas pudo ofrecer al perfumsita extractos que no sólo poseían todas las cualidades de las drogas de valor para él, es decir, las olorosas y las fijadoras, en una forma pura y concentrada, sino que asimismo podían ser elaboradas fácilmente con las otras sustancias odoríferas, debido a su permanente intensidad y miscibilidad y también dosificadas exactamente.

Prescindiendo de estas ventajas, los productos de extracción reproducen el olor natural de la plante o la droga de un modo muy perfecto, lo cual no ocurre con los aceites esenciales. Este fenómeno puede explicarse por el hecho de que en el complejo oloroso de la planta participan también asociaciones completas de las sustancias odorífera con las resinas, las cuales son destruidas por la destilación al vapor de agua. Sólo los componentes volátiles son obtenidos en el aceite esencial, en tanto que las ceras y los componentes resinosos permanecen en la caldera de destilación. También del aceite esencial se pierde una parte, a saber, los componentes más fácilmente solubles en agua, como ocurre con el alcohol feniletílico, dado que permanece disuelto en el agua de destilación.

Por consiguiente, la introducción de resinoides en la perfumería ha enriquecido a ésta, no sólo en un buen número de valiosos fijadores, sino, también, en muchas y nuevas sustancias odoríferas naturales, pues aun cuando los extractos presenten un tipo de olor paracido a los componentes de los aceites esenciales, los olores no son nunca idénticos, e, incluso, se distinguen esencialmente entre sí en muchos casos. Al comparar entre un aceite esencial y una essence absolute, preparada del correspondiente extracto (resinoide ), eliminando las ceras y resinas por la via fría, se hace más manifiesta esta diferencia.

Por esta razón, no siempre es posible expresar exactamente la intensidad de olor, respecto al rendimiento de un resinoide mediante la intensidad conocida del aceite esencial. Tampoco puede afirmarse que, por ejemplo, 6 gr de resinoide de Patchouly equivalgan a 1 gr de esencia de Patchouly, como suele decirse, ni que 1 parte de geraniol correspondan a 2 partes de citronela de Java.
En realidad, por su contenido en resinas y ceras prácticamente inodoras, la intensidad efectiva de olor de los resinoides es siempre menor que la de los correspondientes aceites esenciales.

Como ya se ha dicho antes, el conocimiento de los productos de extracción respecto a la posibilidad de elaborarlos con composiciones más baratas, es de fecha relativamente reciente. Bien puede esperarse que, poco a poco, los resinoides vayan desplazando a los aceites esenciales de los formularios para los perfumes de jabones. Esto no deberá constituir una

inesperada manifestación de la moda, surgida como consecuencia de una incondicional predileccion por toda novedad con respecto a lo que es antiguo, sino que será el resultado de un desarrollo loable, que significará un real mejoramiento y enriquecimiento de lo ya conocido.

El empleo en perfumería de un aceite determinado sólo está justificado cuando se desea obtener su típico olor, distinto de los aceites esenciales intactos, o en determinados casos, cuando la presencia de terpenos pudiera resultar molesta, quizá por su mala solubildiad en alcohol diluido o por su tendencia a la resinificación.

El perfumista debe tener siempre en cuenta que, como componente de perfumes debe preferirse fundamentalmente un producto natural, lo menos trabajado posible a otros productos rectificados, deterpenados, decolorados, o absolutos ( es decir liberado de resinas y ceras ) a no ser que una aplicación determinada tenga una especial elaboración o parcial destrucción del producto de destilación o extracción.

Dado que la presencia de resinas y ceras en el jabón no sólo da lugar a ninguna perturbación, sino que casi siempre proporciona ventajas para el perfume - en tanto lo permita el efecto aromático deseado - debe preferirse en casi todos los casos, el empleo de un resinoide al del correspondiente aceite esencial en la composición de un perfume para jabones.

El menor rendimiento de los perfumes para jabones que contienen muchos resinoides y que, por ello son ricos en resinas y ceras de olor débil, o incluso resultan inodoros, en lugar de una adición del 0,25 - 1 % de mezcla de sustancia odorífera suficiente en un perfume altamente concentrado, pueden adicionarse al jabón, sin peligro alguno, un 3 - 5 % de composiciones ricas en resinas o ceras.

La coloración más oscura del cuerpo del jabón, casi siempre inevitable cuando se emplean generosamente los resinoides, la aceptará incluso, un público exigene, si puede convencerse de la bondad, estabilidad y adherencia del perfume.

Los grandes éxitos alcanzados por los más renombradas marcas de jabones de tocador en el mercado mundial, demuestran que todos los países, cuando el perfumado es de primera categoría, no es considerado como molesto el color del jabón aunque aquel no sea muy atractivo.

Como ejemplos clásicos de lo que decimos pueden citarse los diversos jabones de Roger de Calet, el jabón de Lavanda de Yardley, así como la mayor parte de los jabones de lujo de fantasía de Coty, Houbigant y Guerlain.




Para terminar, debemos llamar la atención sobre las grandes ventajas de los resinoides como componentes de los perfumes para jabones: un jabón de tocador realmente bien perfumado no sólo debe presentar un fino olor como tal ( “ en el pedazo” ) y conservarlo durante el uso, sino que también después del lavado debe conservar su perfume sobre la piel. Este efecto sólo puede conseguirse usando componentes insolubles en agua, fuertemente fijadores, es decir, de manera ideal.. los resinoides.
En conclusión:
Un perfume de jabones capz de satisfacer las más amplias exigencias, no se consigue tanto por la intensa fijación de una mezcla de sustancias odorantes previamente preparada, como por el apropaido perfumado de un fijador adecuadamente compuesto, elaborado, a ser posible con resinoides.
Con este principio técnico de la composición hemos rozado la pregunta de validez general respecto a la manera cómo es creado, en realidad, un perfume para jabones. Por lo general, se muestran aquí, 3 posibilidades:

  • 1º La composición de un perfume especialmente apropiado para jabones.
  • 2º La modificación de una composición de perfumes escogida para extractos, lociones, o cosméticos, para su empleo en jabones.
  • 3º La imitación de un perfume de jabones ya existente.

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